viernes, 4 de mayo de 2012

Aprendizaje y la enseñanza de las Actitudes


La enseñanza de las actitudes parte precisamente del hecho de que son cambiantes y pueden adquirirse o modificarse en un proceso continuo de aprendizaje. Dicha enseñanza como la de los demás contenidos, no se produce de manera espontánea y se hace necesario programarla adecuadamente en el contexto del proceso de enseñanza-aprendizaje, conjuntamente con los conceptos y procedimientos.
Hoy se sabe que los cambios actitudinales presentan dificultades similares e incluso superiores a los conceptuales y los procedimentales. Comprender actitudes, sentirlas y comportarse con arreglo a ellas, es también un desafío importante para la escuela actual, cuya tarea se ve a veces muy limitada por los ambientes familiares en que viven los estudiantes y su entorno social y cultural. En ese sentido, de los tres componentes de las actitudes cognitivo, afectivo y comportamental, la escuela puede y debe asegurar fundamentalmente el nivel cognitivo, completándolo con la puesta en práctica en el aula y en el centro de los comportamientos adecuados.

 *Conceptualización de las actitudes*

Una actitud es formulada siempre como una propiedad de la personalidad individual. Una actitud es menos duradera que el temperamento, pero más duradera que un motivo o un humor o estado de ánimo. Aunque  los principales determinantes de las actitudes se entienden en términos influencia social, tales como normas, roles valores o creencias esto no las distinguen por completo de otros constructores de personalidad.

Las manifestaciones verbales de las actitudes se denominan opiniones y expresan un posicionamiento evaluativo o predictivo de la persona respecto del objeto de su opinión.
Las actitudes se distinguen de las cogniciones o creencias por la presencia del afecto en la persona a la que aquellas se refieren.
Las actitudes se diferencian de las habilidades, capacidades o inteligencia no solo por la presencia de un componente afectivo, sino también porque la mera presencia del objeto de la actitud es suficiente para desencadenar la respuesta preparada, la cual no requeriría una motivación adicional.

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